Se han hecho públicos los resultados de la mayor prueba de la jornada laboral de cuatro días realizada en Alemania hasta el momento. Una de las conclusiones más importantes es que más del 90% de los empleados han experimentado mejoras en el bienestar, la satisfacción personal y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
Ha sido un gran éxito: una de las cifras más impresionantes es que un 93 % de las empresas que iniciaron la prueba quieren mantenerse trabajando cuatro días. En otros países como Reino Unido, las pruebas al respecto también fueron un éxito rotundo.
Sin embargo, ya hemos visto cómo en Japón no logró su propósito y resultó en fracaso. El Ministerio de Trabajo de Japón quiere animar a las empresas a implementar diferentes formas de contratación para adaptarse a las necesidades de los trabajadores, pero hay razones muy clave para entender por qué no ha funcionado en el país nipón y sí ha sido un gran éxito en Alemania.
Cabe decir que en otros lugares como Bélgica tampoco ha funcionado, pero fue por la manera de implementarlo, sin recortar horas, lo que hizo el plan de trabajar muchas horas cada día muy poco atractivo.
Qué tiene Alemania que no haya en Japón
La cultura laboral hace mucho a la hora de tomar ciertas decisiones. Define cómo nos relacionamos con el trabajo, como individuos o sociedad, marca muchas dinámicas del día a día en la relación con las empresas, con las horas que estamos dispuestos, como trabajadores, a dedicar al trabajo... o cómo priorizamos (o no) el tiempo libre.
Y ahí está la clave para entender qué ha pasado en Alemania o en Reino Unido y qué en Japón. En el caso del país asiático son los trabajadores los difíciles de roer (o, en general, una pescadilla que se muerde la cola, ya que los trabajadores no quieren acabar a mal con sus empleadores, en un país donde se concibe el trabajo duro como una enorme prioridad).
Como recoge Business Insider, "gran parte de la renuencia a tomarse un día libre adicional se debe a una cultura de los trabajadores que anteponen a las empresas a sí mismos", incluida la presión para demostrar cómo se esfuerzan y sacrifican por su empresa. Desde CNBC analizan Japón como un país con cultura "workaholic" (adicción al trabajo).
Al mismo tiempo, en Europa, las vacaciones y el ocio tienen más aceptación social. "A pesar de la importancia que se da a la eficiencia y la productividad, Alemania también concede una gran importancia al equilibrio entre la vida laboral y personal. Muchas empresas ofrecen horarios de trabajo flexibles y otros beneficios para ayudar a los empleados a lograr un equilibrio saludable entre su vida profesional y personal", como describe un análisis de Global People.
También existen leyes estrictas para proteger los derechos de los trabajadores, que incluyen límites en la cantidad de horas que se pueden trabajar por semana y vacaciones obligatorias. Es decir, que en el país germano, socialmente está muy aceptado mirar por tu bienestar y tu ocio, al contrario de lo que sucede en Japón.
Desde la iniciativa 4 Day Work Week ven que las barreras culturales impiden una adopción masiva de esta nueva forma de trabajar: "muchos trabajadores temen que una semana laboral más corta pueda ser vista como una falta de compromiso con su empresa o que resulte en un salario más bajo". También tenemos que las empresas esperan que la gente haga enormes cargas laborales y, si se recortan las horas, la presión puede ser mayor en los días laborables.
Qué dice la iniciativa 4 day work week sobre Japón
4 day work week es la principal entidad para fomentar la adopción de jornadas laborales más cortas y ayuda en su implementación. Sobre Japón, la misma organización ha explicado que históricamente, Japón ha sido conocido por su intensa cultura laboral, en la que las largas horas y la expectativa de sacrificarse por la empresa están profundamente arraigadas en la sociedad.
Esta cultura también ha dado lugar a problemas importantes, como el "karoshi", la muerte por exceso de trabajo. El país informa un promedio de 54 muertes de este tipo al año, incluidos ataques cardíacos.
Otro factor clave que impulsa a Japón a adoptar una semana laboral de cuatro días es su tasa de natalidad en descenso. Japón se enfrenta a una disminución de la población en edad laboral, por lo que es crucial retener a los trabajadores existentes.
Bárbara Bécares