L'INE revisa una dècima a l'alça la dada avançada del setembre pels costos de l'energia i els carburants.
La inflación sigue sin dar un respiro a los españoles. El IPC subió un 3% en septiembre, según el dato revisado este miércoles por el INE, que ha subido en una décima su estimación inicial. Se trata del dato más alto de inflación registrado desde el mes de febrero, principalmente provocado por efectos base de la energía, que en el verano de 2024 experimentó una importante caída gracias al abaratamiento del petróleo.
Pero no sólo sube la energía: el IPC subyacente, que excluye la energía y los alimentos no elaborados, se situó en el 2,4% en septiembre. Es el mismo dato que en agosto y el nivel más alto desde abril. Estos datos muestran la existencia de importantes tensiones inflacionistas, alimentadas por el buen desempeño de la demanda doméstica. España crece gracias al consumo privado, tanto de nacionales como de extranjeros, lo que anima las subidas de precios.
Hace un año, la inflación en España cayó hasta el 1,5%; exactamente la mitad que ahora, aunque casi toda la caída se produjo gracias a la energía. El IPC subyacente ya estaba entonces en el 2,4%. Esto significa que, en el último año, las tensiones inflacionistas subyacentes no se han moderado de ninguna manera. De hecho, España suma ya casi dos años en los que no ha habido desinflación.
España sigue teniendo dificultades para recorrer la última milla para dejar atrás la crisis inflacionista, al contrario de lo que ha ocurrido en los grandes países europeos. La diferencia radica en que, mientras la UE está estancada, España sigue creciendo a tasas próximas al 3%, lo que genera tensiones de demanda e inflación.
La inflación de los alimentos y las bebidas no energéticas aceleró una décima en septiembre, subiendo al 2,4%. Destaca el alza del 18% de los huevos; el 16,5% de la carne de ternera en el último año; el 9% de la carne de oveja y cabra; el 8% del pescado y el 7% de la leche. En el sentido contrario, el aceite de oliva sigue su caída y acumula un abaratamiento del 43% en el último año, mientras que el azúcar ha caído un 17%.
La mayor parte de los grandes grupos de bienes y servicios están en máximos de inflación del año. Destacan dos sectores cuyos precios llevan años contenidos, o incluso a la baja, por la competencia exterior y la baja demanda: la ropa y los muebles. En ambos grupos está subiendo la inflación, aunque a cotas muy moderadas, del 0,8%, pero es un buen reflejo de cómo el crecimiento de la demanda está llegando a actividades que llevan más de una década de contención de precios.
El inicio del curso también ha acelerado los precios en la enseñanza privada y concertada, con una subida del 2,8% respecto del curso anterior. Destaca especialmente el incremento de casi el 5% en las tarifas que cobran los centros de primaria.
Y las vacaciones siguen encareciéndose, también en la temporada media. El precio de los hoteles subió casi un 5% respecto al mismo mes del año anterior. Los restaurantes también están aprovechando el aumento de la demanda y han subido sus tarifas un 4,2%.
El precio del oro se ha disparado en los mercados por encima de 4.000 dólares la onza. Esto se está reflejando en los precios en las joyerías, que han subido un 23% en el último año.
Las previsiones apuntan a que la inflación se moderará en los próximos meses gracias a la desaparición del efecto escalón de la energía, ya que los precios del petróleo volvieron a subir hacia finales de 2024. Sin embargo, los expertos no esperan que el IPC de España vaya a bajar al 2% en lo que queda de año.
Javier Jorrín