El paro subió en 92.700 personas entre julio y septiembre, un 3,3% más que en el trimestre anterior en el que es su mayor repunte en valores absolutos desde el tercer trimestre de 2020, cuando en plena pandemia se sumaron 355.000 a las listas del SEPE. En total, el número de desempleados en España se sitúa en 2.855.200, pero pese a esta tendencia, la ocupación aporta el punto positivo la estadística al acumular un nuevo récord histórico. En los meses de verano se crearon 209.100 puestos de trabajo que elevaron el total de trabajadores a 21.265.900. Este 'contrasentido' entre parados y ocupados se debe al crecimiento de la población activa (las personas en disposición de trabajar), que en ese periodo aumentó en más de 300.000 para colgarse un máximo de 24.121.000.
Para entender cómo puede aumentar el paro y, a la vez, el número ocupados hay que aclarar los conceptos que maneja la EPA. La tasa de desempleo representa el total de desempleados sobre la población activa, que es toda la población entre 16 y 64 años (en edad de trabajar). Cuando la población activa (ocupados más parados) crece más que los ocupados, la diferencia entre ambas se traduce en parados al no haberse creado empleos suficientes para todos los nuevos potenciales trabajadores.
La tasa de actividad en el 59,41% tras incrementarse en el año en 595.100 personas.
La relevancia del repunte de la ocupación en Industria
La creación de empleo entre julio y septiembre se concentró de nuevo en el sector privado, que generó 192.200 puestos de trabajo (+1,1% sobre el trimestre anterior hasta los 17.731.100) frente a los 17.000 nuevos empleos del sector público (+0,5%, hasta los 3.534.700).
En un comportamiento propio del verano, época en la que se crean muchos puestos estacionales, la ocupación aumentó sobre todo en Servicios (138.700 personas más en el trimestre y 682.400 ocupados añadidos en el año). La EPA indica un repunte de la Industria, donde se crearon 98.800 empleos. Este dato es especialmente significativo después de la caída del segundo trimestre: la importancia de la recuperación de la ocupación en el sector radica en el carácter más a largo plazo de los puestos que se crean (en el año, 15.200). La Construcción también saldó el trimestre con la ocupación en positivo tras crear 19.500 empleos (49.600 más en el año), no así la Agricultura, donde se perdieron 47.800 ocupados, siendo el único de los sectores con evolución negativa de la ocupación en el año (-27.100).
La EPA eleva la tasa de empleo (porcentaje de ocupados respecto de la población de 16 y más años) hasta el 52,38%, 25 centésimas más que en la encuesta anterior y 97 centésimas por encima de hace un año. En ese periodo, la ocupación aumentó más entre los hombres (130.500) que entre las mujeres (78.600 mujeres), pero si se recapitula sobre los 12 últimos meses, de los 720.100 nuevos ocupados, 272.600 eran varones y 447.500 mujeres.
La tasa de temporalidad cae al 17,26%
Más en detalle, el empleo a tiempo completo se incrementó durante el verano en 379.700 personas (665.000 en comparativa anual), mientras que el empleo a tiempo parcial disminuyó en 170.600 (en el año aumenta en 55.100).
Los asalariados (+266.000 en el trimestre y +716.500 en el año) con contrato indefinido se incrementaron entre julio y septiembre en 232.100 y los que tienen contrato temporal en 33.900, indica la encuesta. En el año, el empleo indefinido ha aumentado en 1.102.000 y el temporal ha caído en 385.500. Así, la tasa de temporalidad disminuyó siete centésimas, hasta el 17,26%.
Servicios absorbe la mayoría de nuevos parados
Servicios sumó 35.900 parados en el tercer trimestre, erigiéndose como el sector donde más aumentó el desempleo en pleno verano. Le siguen Agricultura (+16.900 parados) e Industria (+4.700) y solo cede en la Construcción, donde salieron de las listas del SEPE 21.100 trabajadores de este sector.
Por sexo, en los meses de verano, el número hombres en paro aumentó en 24.400, una situación que afecta a 1.301.800 de trabajadores de este sexo. Entre las mujeres, el desempleo se incrementó en 68.400, hasta 1.553.400. Con todo, la tasa de paro femenina subió 43 centésimas, al 13,59%, y la masculina, siete para quedarse en el 10,26%. En variación anual, el desempleo ha descendido en 35.000 hombres y 90.000 mujeres.
También aumentó el número de parados de larga duración (perdieron su empleo hace más de un año) en 15.400 personas, y en 40.900 quienes buscan su primer empleo.
Crecen más los hogares con todos los miembros ocupados que en paro
La EPA del tercer trimestre indica que el número de hogares se incrementó en 60.300, hasta los 19.415.700 (5.461.100 son unipersonales). En este contexto, los hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro aumentaron en 12.800 y ya suman 928.800 (305.900 unipersonales). Pero lo hicieron más los que tienen a todos sus miembros activos ocupados: +20.500, hasta 11.578.300 (2.427.600 unipersonales).
La tendencia es positiva. En comparativa anual, el número de hogares con al menos un activo en los que todos los activos están en paro se ha reducido en 48.500, mientras que los que tienen a todos sus activos ocupados ha aumentado en 284.000.
Desde el Ministerio de Asuntos Económicos destacan la "buena evolución" del mercado laboral en el tercer pese a un contexto internacional "complejo", gracias a "la fortaleza y el dinamismo de la economía española". Resalta el "nuevo máximo histórico de ocupación y población activa, baja la temporalidad y el paro juvenil registra su menor tasa desde 2008",
El departamento que dirige en funciones la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, además de enfatizar que el número de activos evidencia "la confianza de los ciudadanos en encontrar un empleo", indica que "la mejora de la calidad del empleo continúa, con mayor estabilidad en el empleo (1,1 millones más de contratos indefinidos en el último año), descenso de la tasa de temporalidad (17,2%) y más contratos a tiempo completo".
La lectura positiva de esta EPA la comparten también los analistas de ING Economics, para quienes "a pesar del ligero aumento, el mercado laboral se mantiene en relativa buena forma". Destacan los expertos el fuerte crecimiento del sector de servicios, que se vio respaldado por "una fuerte temporada turística" y señalan que el mercado de trabajo "también está sufriendo un shock estructural de oferta. En concreto, indican que "el promedio de horas trabajadas por empleado sigue siendo menor que antes de la pandemia, lo que significa que se necesita más mano de obra para cubrir la misma cantidad de horas. Esto ejerce una presión a la baja sobre la tasa de desempleo".
La previsión de los analistas pasa por un ligero aumento de la tasa de desempleo el próximo año, hasta el 12,2% a mediados de 2024, antes de volver a su senda descendente. El análisis se basa en una dinámica del mercado laboral que "parece haberse debilitado un poco recientemente" por la desaceleración de la creación de empleo anotada en los últimos meses frente al mayor crecimiento de la población en edad de trabajar ("en parte debido a la inmigración").
Maria Medinilla