El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó este martes que el índice de precios al consumo (IPC) recortó nueve décimas en su tasa interanual y cerró mayo en el 3,2%, su menor nivel desde julio de 2021. Esta evolución se explica por la bajada de los carburantes y la electricidad, así como por una subida más moderada del precio de los alimentos, que ralentizaron su aumento al 12%, casi un punto porcentual menos que en el mes anterior.
La mejor evolución de la inflación favoreció una bajada de la tasa subyacente -que no contabiliza ni alimentos frescos (verduras, frutas) ni energía-, que cerró en el 6,1%, cinco décimas menos que hace un mes, y sigue con su senda descendente. Asimismo, el índice de precios de consumo armonizado (IPCA), que mide el consumo interior, se situó en el 2,9%, nueve décimas menos que en marzo.
Con respecto a la inflación general, desde Estadística explican esta ralentización como consecuencia del coste del transporte, que desciende un 3,7% con respecto al año pasado por la bajada de los precios de carburantes y lubricantes para vehículos personales. Los alimentos incidieron también a suavizar el IPC gracias a la moderación de su subida, aunque todavía siguen a un nivel muy elevado (+12%) con respecto a hace un año. Se abarataron alimentos como la leche, el queso, los huevos, el pescado y el marisco. El pan y los cereales, por su parte, mantuvieron estables sus precios, en contraste con el repunte que experimentaron en mayo de 2022.
En tasa interanual (mayo de 2023 sobre el mismo mes de 2022), los alimentos que más han subido de precio son el azúcar (+46,3%); la mantequilla (+25,2%); el aceite de oliva (+24,7%); la leche entera (+24,3%); las patatas (+23,6%); la carne de porcino (+16,1%); las legumbres y hortalizas frescas y otros preparados alimenticios (+15,8% en ambos casos), y cereales y derivados (+15,5%).
Además, otros muchos alimentos registran subidas interanuales de dos dígitos en sus precios, como agua mineral, refrescos y zumos (+14,6%); productos lácteos (+14,5%); huevos (+13,2%); preparados de legumbres y hortalizas (+12,8%); otras carnes (+11,9%); aceites y grasas (+11,6%), y bebidas alcohólicas (+10,4%).
Asimismo, la ropa, que recortó su tasa anual tres décimas, hasta el 1,9%, contribuyó también a la bajada del IPC general tras experimentar una menor subida que hace un año.
En sentido contrario, la vivienda fue el componente que más limitó la bajada de la inflación, ya que, pese a reducir sus costes asociados a ella en un 10,5% anual, los precios de la electricidad disminuyen con menor intensidad que el año pasado.
Sobre la evolución de la inflación general, fuentes procedentes del Ministerio de Asuntos Económicos volvieron a subrayar que España se mantiene entre los países con menos inflación de la Unión Europea, “lo que mejora la competitividad de las empresas y la economía española y confirma la eficacia de las medidas aprobadas por el Gobierno”.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha destacado que la inflación “sigue cayendo con fuerza”. Además, ha señalado que los salarios suben un 5% de media en los primeros meses de 2023 y recuperan poder adquisitivo. “La Mejor España es la que crece y protege a su gente”, ha señalado Sánchez en un mensaje publicado en su cuenta de ‘Twitter’.
Al igual que en los meses anteriores, la atención se ha centrado en la evolución del precio de los alimentos. Por el momento, el último paquete anticrisis ha permitido reducir el incremento anual del coste de la cesta de la compra, aunque en la tasa mensual todavía no se ha registrado ningún descenso, por lo que su impacto no ha permitido registrar ninguna bajada.
En términos mensuales (mayo sobre abril), el IPC no experimentó variación tras tres meses consecutivos de subidas mensuales de precios.