En la actualidad se comenta ampliamente la posibilidad de que muchas empresas implementen la jornada laboral de 4 días, especialmente tras haber finalizado la última y más amplia prueba piloto, probada durante 6 meses en Reino Unido, y con la que muchas empresas se mostraron satisfechas. Esta consistía en reducir un 20% las horas de trabajo, manteniendo el 100% del salario, y a cambio de mantener también el 100% de la productividad.
Sin embargo, en torno a esta cuestión giran varias preocupaciones, como la presión que generaría el aumento en la carga de trabajo, la necesidad de estar más atentos a los clientes durante las horas trabajadas, y la posible alteración de los beneficios empresariales.
El director ejecutivo de la compañía tecnológica Otta, Sam Franklin, afirma que para él se trata de un cambio brusco, al recortar el tiempo semanal dedicado a trabajar en un 20%.
Otra alternativa, la quincena de 9 días
La quincena (o dos semanas) con 9 días laborables implica, como su nombre indica claramente, trabajar 9 de cada 14 días, en los que una de cada dos semanas se obtiene un día extra que suele ser el viernes.
Pero algunas compañías piden, en compensación, trabajar más tiempo en esos días para poder obtener el día libre extra. Otras, simplemente, dicen que no importa la reducción del 20% de las horas en sus empleados si la producción o el rendimiento no se ven afectados.
Otta, precisamente, es una empresa que valora la posibilidad de implementar este método en su modelo de negocio, ya que actualmente está probando su viabilidad. Franklin comenta que: "Pensamos '¿Por qué no probar las quincenas de 9 días, como si fuera subir un peldaño?'"
La iniciativa puesta en práctica
De acuerdo con quienes la han materializado, esta iniciativa presenta beneficios similares a los de la semana laboral de 4 días: mejora en la productividad, en la satisfacción del empleado, en el bienestar y en el equilibrio entre la vida personal y la laboral. Además, con respecto a este tópico Franklin comenta que: "Es una de las cosas que todo el mundo menciona. Cuando se les pregunta por qué quieren trabajar para Otta, suelen comentar que se han informado sobre la iniciativa, y que les gusta la forma en que la compañía se plantea el tema del trabajo, así como que es algo que siempre han querido probar".
Por su parte Ben Branson-Gateley, CEO y cofundador de la firma Charlie HR, explica tras probar la quincena de 9 días laborables que también notaba beneficios extra con respecto a la semana de 4 días. "La razón por la que soy más propenso a los 9 días es que los jueves no se convierten en el nuevo viernes", comenta este, especificando que para él el equilibrio que crea alternar entre semanas de 4 y 5 días es mejor. "Sobre esas semanas de 4 días, pueden ser muy intensas, y no me gusta la idea de que sea así siempre", afirma.
Prosigue detallando que los trabajadores pueden escoger entre distintos estilos de realizar sus empleos, y adaptándose según cuántos días tenga sus semana, mientras que disfrutan esas mejoras en calidad de vida que les reportan los días ociosos extra. Y tanto este como Franklin comentan haber visto cambios similares en la relación de sus trabajadores con las ocupaciones, desde que implementaron la quincena de 9 días. Branson-Gateley ha implementado para cada semana un "miércoles de trabajo duro" (casi) libre de reuniones, mientras que Franklin, por su parte, pide a sus empleados que se cuestionen la necesidad de hacer reuniones.
¿Por qué no es para todo el mundo?
Al igual que el otro modelo que hoy muchos negocios se plantean, este método de trabajo no es viable para cualquier organización, ni para cualquier trabajador. Por ejemplo, desde la firma de RR.PP. Stand, su fundadora Laura Oliphant afirma que a pesar de beneficios similares a los mencionados por otras empresas, no todos sus empleados notaron la mejoría. Los clientes necesitaban poder contactar con alguien durante cualquier día de la semana, por lo que finalmente se optó por crear un listado con turnos a compartir. Así, cada trabajador tenía días libres distintos a los demás.
"Estos turnos giratorios eran difíciles de implementar y consumían tiempo, cada individuo trabajaba en su propio cronograma, y ocurrían problemas en los equipos cuando este listado de turnos coincidía con un período vacacional", explica Oliphant. Entonces, la compañía sigue hoy un patrón de 4,5 días, en el que todo el mundo sale a las 13:00 los viernes (salvo un empleado por equipo que vigila los correos importantes).
Finalmente, tras encontrar estos obstáculos y conocer a su vez que los nuevos beneficios se mantenían, la cofundadora de Stand comenta que : "La moraleja para nosotros es que no debemos cerrarnos con un modelo flexible que haya funcionado para otros. Es importante encontrar uno que sea efectivo en tu negocio y con tus clientes", asevera Oliphant.
Iago Eguileta