España es uno de los países europeos que van más rezagados en la implantación de teletrabajo. Casi el 89% de los asalariados no ha tenido ni un día para trabajar en casa en todo el año 2023, un 6% teletrabajo de forma habitual y un 5% ocasionalmente, según la última encuesta laboral de Eurostat.
La pandemia encerró a jefes y trabajadores en casa. Para seguir con sus tareas, las empresas instauraron el teletrabajo, que se convirtió en la panacea. Esta modalidad de trabajo iba a vaciar los centros de las ciudades, iba a liberar a los trabajadores de las dos horas de transporte, iba a suponer el avance de las nuevas tecnologías en el entorno laboral.
Todo eso no ha sucedido, o ha sucedido a medias. España tiene un 11% de teletrabajo total o parcial, una cifra irrisoria comparada con la media de la eurozona, que alcanza el 21,6%. El líder en de este ranking, Países Bajos, tiene casi un 48% de sus empleados en alguna versión, temporal o permanente, de teletrabajo.
En este tema, hay datos para defender el teletrabajo y para defender el trabajo presencial. El informe anual de teletrabajo de WorkMeter asegura que los empleados españoles se concentran un 5% más que en la oficina (de un 66% a un 71%). Las razones de los que han realizado el estudio: mayor comodidad, flexibilidad de horarios y mayor sensación de autonomía. En la oficina tiende a haber más reuniones inesperadas, y las charlas con los compañeros se pueden alargar eternamente. A eso hay que sumarle el trayecto, muchas veces largo y tedioso, que supone llegar hasta allí.
Pese a estos datos, un 60% de las empresas cree que sus valores no se han adaptado a los nuevos modelos de trabajo, según una encuesta de Steeple, una compañía de software de comunicación interna empresarial. El 52% de las compañías no tiene planteado adaptarse a estos nuevos modelos a corto o medio plazo. Una encuesta del Instituto Nacional de Estadística aseguró que solo el 7,3% de las personas ocupadas en España trabaja más de un día a la semana.
Los trabajadores, por su parte, consideran una prioridad los días de teletrabajo a la hora de encontrar un nuevo empleo. Así lo certifica una encuesta de Infojobs. El 37% de ellos coloca en primer lugar de su lista prioridades la existencia de al menos un día a la semana de teletrabajo, antes que el tipo de contrato o la cercanía a su puesto de trabajo.
Tanto empleados como empresarios tienen quejas hacia este modelo. Los trabajadores dicen que tienen menos contacto directo con sus compañeros, aumenta el sedentarismo y el riesgo de "no tener horarios fijos" y hacer más horas de las debidas al final de la jornada. También impide la desconexión y la separación entre el espacio de descanso y el de trabajo, aseguran desde UGT.
Las empresas han rechazado el teletrabajo porque dicen que los empleados se escaquean. Muchas empiezan ofreciendo un día de teletrabajo a la semana, para luego ir reduciendo esa cifra hasta cero. Eso, sumado a un mercado laboral con una gran cantidad de trabajos presenciales (en el turismo, la construcción y otros muchos) donde el teletrabajo es imposible, explican que España se haya quedado a la cola de Europa en esta modalidad de empleo que, hace solo dos años, parecía el futuro.
Daniel Alonso Viña