El Instituto Nacional de Estadística ha publicado este martes su Índice de Coste Laboral Armonizado, según el cual el coste salarial (lo que le cuesta al empleador el salario del trabajador) por hora efectiva de trabajo creció un 4,9% en el tercer trimestre respecto al mismo periodo del año anterior. Es un avance algo superior al que recoge otra estadística salarial también publicada este martes, que cubre un periodo y un universo distinto: a lo largo de 2024 los salarios recogidos en convenios firmados este mismo año crecen un 3,74%. Ambas variables superan la evolución de los precios (2,8% en el promedio de diciembre de 2024 a noviembre de este año) y además se publican en el día en que se reúnen por segunda vez los expertos a los que el Ministerio de Trabajo ha pedido que recomienden cuánto debería crecer el salario mínimo interprofesional (SMI) para no perder poder adquisitivo y que no deje de representar el 60% del salario medio.
Los dos indicadores publicados este martes recogen una subida que supera a los precios, lo que repercute en una ganancia de poder adquisitivo. Es un escenario muy diferente al de los últimos años, especialmente 2022, cuando las retribuciones apenas lograron compensar el arreón de la inflación. Entonces, según la Encuesta de Estructura Salarial (la mejor estadística según los expertos, pero que se actualiza con mucho retraso), las nóminas crecieron un 4,1%, frente a un IPC medio del 8,4%. Es decir, los trabajadores perdieron más de cuatro puntos de poder adquisitivo. El año pasado precios y salarios empataron, según la estadística de convenios, pero los datos de salarios de la Encuesta de Población Activa de 2023, distribuidos recientemente, indican que las nóminas sí aumentaron como para ganar poder adquisitivo: los precios crecieron un 3,5% y las retribuciones un 7,3%. La Agencia Tributaria, también con datos de 2023, deja el incremento en un 5,3%.
Esta variedad de resultados en las fuentes estadísticas, que se explica porque cada una toma referencias distintas y mide conceptos diferentes, es la que justifica que el Gobierno encargue a un grupo de expertos que recomiende una cifra para el SMI de 2025. De la reunión de hoy aún no saldrá una cifra u horquilla determinada. A las fuentes ya mencionadas hay que añadir la Encuesta Trimestral de Costes Laborales (ETCL), cuyos resultados del tercer trimestre se conocerán el 17 de diciembre. En el segundo trimestre, respecto al mismo periodo del año anterior, el coste salarial crece un 4%. Según explicó el Ministerio de Trabajo a este periódico justo antes de la primera reunión de la comisión de expertos (integrada por académicos, sindicalistas y miembros del Gobierno), el equipo tomará como referencia la Encuesta de Estructura Salarial de 2022 y para tomar una visión más actualizada, cruzarán los datos con la ETCL.
A la espera de las cifras de la ETCL que el INE distribuirá el martes que viene, las dos estadísticas publicadas hoy dan más pistas de por dónde puede caminar la propuesta de los expertos. La estadística de convenios encoge si se toman en cuenta todos los que tienen efectos económicos en 2024, con un 3,05%, pero si el análisis se limita a los firmados este año (lo que da una visión más tendencial), el incremento hasta noviembre escala al 3,74%.
Así es como están creciendo las tablas salariales recogidas en convenios, pero los incrementos salariales medios, lo que de verdad queda escrito en la nómina, pueden ser diferentes. Hay muchas explicaciones posibles, según los analistas: las vacantes sin cubrir en algunos sectores dan más fuerza negociadora a los trabajadores para lograr salarios que superan lo pactado en convenio; el impulso de las actividades de alto valor añadido y de las empresas de mayor tamaño dan más protagonismo en el promedio a retribuciones más altas; hay un retraso en la negociación colectiva para compensar la inflación de 2022 que se sigue apreciando en 2024...
En ese contexto, el Índice de Coste Laboral Armonizado distribuido este martes recoge una subida del coste salarial por hora efectiva de trabajo del 4,9% respecto al mismo trimestre del año pasado. Si se toma en cuenta el coste laboral total, a los empresarios les cuesta cada hora un 5,2% más que hace un año.
Con estos datos en la mesa, la variable clave es con qué incremento el SMI de 2025 seguiría acompasado con el 60% del salario medio, en línea con la promesa de PSOE y Sumar en su programa de Gobierno. Si el criterio solo fuera no perder poder adquisitivo valdría una subida de en torno al 2,8%, como los precios, pero como los salarios crecen más, según las fuentes ya relatadas, todo apunta a que el incremento será superior, para que el SMI siga representando ese 60%. La menor retribución posible actual es de 1.134 euros brutos repartidos en 14 pagas, un 54% más que en 2018.
Tras la recomendación de los expertos, que se prevé que quede concretada antes de final de año, empezará la negociación del ministerio con sindicatos y patronales. Los empresarios no han desvelado su posición, mientras que los sindicatos ya han reclamado un alza de entre el 5% y el 6%. El Gobierno no necesita respaldo parlamentario para sacar adelante esta medida.
Emilio Sánchez Hidalgo