Entre 16.000 i 18.000 correspon a personal mèdic i entre 21.000 i 28.000 d'infermeria.
El envejecimiento de las plantillas y la temporalidad siguen siendo los grandes talones de Aquiles del sistema sanitario público en España y han “contribuido a generar los problemas actuales de recursos humanos” que se dan en él. Es la principal conclusión de uno de los estudios que forman parte del informe de 2024 de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS). Si traducimos la realidad en cifras: el 45% de los médicos de Atención Primaria son mayores de 55 años –en hospitales la cifra se reduce al 26%– y el 42% del personal del Sistema Nacional de Salud –y el 33,6% de los médicos– tienen contratos de interinos o sustitutos, pese a la reforma de 2022 que obliga a estabilizar las plantillas.
La suma de estos “puntos débiles del sistema” producen una “excesiva rotación de las plantillas”, que puede afectar a la “productividad, a la calidad del servicio por la vía de la pérdida de experiencia individual o de equipo” y contribuye a “reforzar la percepción de inestabilidad”, asegura el informe Los retos de la gobernanza de los recursos humanos de la sanidad pública, elaborado por Javier Hernández Pascual, del Instituto de Estudios Fiscales buceando, entre otros, en los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
El sistema público se enfrentará hasta 2026 a la salida de muchos profesionales: entre 16.000 y 18.000 médicos al año hasta 2026 (lo que supone entre el 15,1% y el 16,9% de los médicos con contrato indefinido en 2023) y entre 21.000 y 28.000 enfermeras (entre el 17 y el 23% de las profesionales fijas en 2023), según las previsiones recogidas en el estudio y basadas en datos muestrales. “La variabilidad puede ser grande y las reformas recientes en la norma de incentivos para prolongar la edad de retiro podrían alterar los comportamientos de los profesionales”, matiza el autor. Aunque la situación es compleja en todas las áreas del SNS, lo es especialmente en lo que el estudio denomina “actividades médicas y odontológicas”, es decir, lo que queda fuera de la atención hospitalaria.
“El golpe grande ha sucedido y le queda menos”
Los que ahora se jubilan son de los profesionales nacidos “a partir de 1958, las cohortes nacidas como baby-boom, que poblaron las instituciones del Sistema Nacional en los años 1980”. El aumento de salidas de médicos y médicas creció del 3,3% de 2017 al 18,4% de media en 2023 aunque muestra ya signos de estabilizarse, ha confirmado la investigadora Patricia Barber de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, autora de otros dos estudios del informe.
“El golpe grande ha sucedido y le queda menos”, ha valorado en una rueda de prensa celebrada este jueves. En 2021 y 2022, los datos revelan que más profesionales salieron del sistema “que en las estimaciones hechas en cohortes pasadas”, entre otras cosas, concluyen los investigadores, por “el desgaste profesional ocasionado por la pandemia”.
En los hospitales el relevo se ha producido más rápidamente. Sobre todo en el caso de las enfermeras. Las de más edad se concentran en los centros de salud. Esto responde a que muchas se han trasladado de Atención Primaria mientras en los hospitales “se ha reducido hasta un 17% la tasa de envejecimiento” frente al 37% en ambulatorios.
Las medidas que se han tomado y las que faltan
Las administraciones comenzaron hace unos años a tomar medidas ante lo que se venía. El Ministerio de Sanidad y el de Seguridad Social puso en marcha a finales de 2022 un programa piloto para incentivar a los profesionales de Atención Primaria que retrasan su jubilación. Los efectos de este plan, dice el informe, todavía no se palpan en los datos.
Del otro lado, del que los nuevos profesionales que se incorporan al sistema y que relevan a los que lo dejan, España debe tomar una decisión importante sobre si quiere “importar” o “producir” médicos, plantea otro estudio incorporado al informe realizado por Barber y Beatriz González López-Valcárcel y titulado ¿Qué sabemos y qué deberíamos saber sobre los desequilibrios de médicos en España? ̃Diagnóstico y propuestas.
“Es necesario un debate social sobre este tema, así como sobre la actual diferenciación entre universidades públicas y privadas, que provoca problemas de equidad horizontal”, dice la investigación. De momento, España es más bien “un país importador”: un 16% de los médicos que sacaron una plaza MIR en 2022 era extranjero y la velocidad de homologación de títulos se ha convertido, aseguran las investigadoras, “en una política de recursos humanos”, incluso tras el aumento de los números clausus en las facultades de Medicina a partir de 2022. El año pasado se graduaron en medicina en torno a 6.300 estudiantes y se abrieron 8.500 plazas MIR.
Entre las cosas importantes por hacer está el Registro de Profesionales de la Salud, en el que se trabaja desde 2006 sin que haya habido un resultado final, continúa la experta. “¿Cómo podemos planificar cuántos enfermeros necesitamos si no sabemos cuántos somos? Ahora nos regimos por los datos de los Colegios de Médicos pero tengo mis dudas porque algunos no se dan de baja o que están en más de una especialidad”, ha explicado Barber, que imputa el retraso a que “algunas comunidades no colaboran con el Ministerio”. “Imagínense una comunidad que no empadrona a sus ciudadanos. Es muy fuerte que no sepamos cuántos médicos tenemos y a qué se dedican”, ha profundizado.
Otros de los puntos ciegos del sistema a la hora de planificar los próximos años, ha subrayado también la experta, es el “agujero” de la sanidad privada. “La prevalencia del pluriempleo, desagregada por áreas y especialidades, dedicación, formas contractuales laborales y mercantiles, y retribuciones son informaciones esenciales para entender mejor el funcionamiento de los mercados y predecir tendencias”, concluye.
Sofia Pérez Mendoza