El envejecimiento de la población sume a Japón en un laberinto sin salida de falta de mano de obra

No hi ha cap altre país al món on la població envelleixi tan ràpid i aquesta condició repercuteix directament en un mercat laboral al qual, a més, li costa acceptar treballadors estrangers.

donaLa Exposición Mundial de Osaka programada para la primavera de 2025 podría verse perjudicada por la escasez de mano de obra que sufre Japón. El gran escaparate nacional del país nipón está en riesgo ante el debilitamiento de la fuerza laboral que deriva del envejecimiento de población más rápido del mundo y que afecta a todos los sectores. En un intento por revertir la situación, la economía asiática se ha visto obligada a tirar de la tecnología para 'inventar' trabajadores.

No hay otro país en el mundo donde la población envejezca tan rápido y esa condición repercute directamente en un mercado laboral al que, además, le cuesta aceptar trabajadores extranjeros.

Aun faltando 500 días para la inauguración de la Expo, y aunque su secretario general, Hiroyuki Ishige, ha asegurado que la exhibición global estará lista a tiempo, queda mucho por hacer y podrían faltar manos para abordar todo el trabajo por delante para transformar el 'solar' que sigue siendo todavía el lugar donde se ubicará el gran evento mundial.

La falta de mano de obra ya se ha filtrado a algunos de los servicios esenciales de Japón y a otros emblemáticos, como el carrito de comida del tren bala Tokio-Osaka, que puso fin a su servicio en octubre. Desde el centro de investigación del mercado laboral Recruit Works Institute (RWI) aseguran al Financial Times (FT) que el país está empezando a carecer de servicios esenciales de los que depende para mantener los estilos de vida y la infraestructura social de las personas. Las cuatro millones de máquinas expendedoras repartidas por todo el territorio, por ejemplo, tardan cada vez más días en ser repuestas ante la falta de conductores.

Faltarán 11 millones de trabajadores en 2040

Las previsiones no son buenas para un mercado de trabajo que hoy cuenta con 67 millones de trabajadores. El propio RWI estima que el país tendrá una escasez de mano de obra en 2040 de 11 millones de personas. Hasta entonces, la población seguirá envejeciendo y el número de personas mayores de 65 años, que actualmente suponen casi el 30% de la población, no alcanzará su punto máximo hasta 2042. En la última década, Japón ha reforzado su fuerza laboral con trabajadoras mujeres y de edad avanzada hasta hacerse dependiente de este perfil ante las estrictas restricciones a la contratación de trabajadores extranjeros. Sin embargo, la disminución de la fuerza laboral dificulta que este apoyo sea insuficiente.

La crisis laboral de la mayor economía avanzada de Asia está bajo la lupa de otras potencias de alrededor, especialmente para China, donde la población ya ha comenzado a reducirse. En el caso de la Expo, la escasez de mano de obra ha duplicado a más de 1.600 millones de dólares el coste estimado de la exhibición ante el aumento de sueldos al que los contratistas se han visto obligados para atraer mano de obra.

Las medidas que está tomando Japón para revertir la situación pasan por todos los sectores. En el caso de la Construcción, la industria lleva años intentando atraer a mujeres y trabajadores jóvenes con subidas de sueldo e incluso servicios específicos para ellas, como instalar baños portátiles privados en las obras. Ahora se prepara para que en abril entre en vigor una ley que reducirá las horas extras de los trabajadores (también para los camioneros), pero estas medias no parecen ser suficientes ya que el número de trabajadores en el sector ha disminuido un 30% desde su máximo en 1997, según datos del Ministerio de Tierras, Infraestructura, Transporte y Turismo. Además, también adolece de una fuerza laboral envejecida, donde sólo el 12% de los trabajadores de la construcción tienen menos de 29 años, mientras que alrededor del 36% tienen más de 55 años.

Ante la necesidad de dar con nuevas formas de ejecutar proyectos de construcción, algunos empresarios han visto hueco para el negocio. Es el caso de la startup Toggle, al que los constructores japoneses Tokyu Construction y Takemura han realizado una inversión combinada de 1,5 millones de dólares por sus robots industriales para automatizar el montaje de barras de refuerzo, el proceso que requiere más mano de obra en la construcción, según recoge el FT.

La escasez de conductores pone en jaque a otro sector, el del Transporte. Algunos fabricantes como Lotte, propietario de Koala's March (las famosas galletas de oso rellenas de chocolate) se ha visto obligado a cambiar el camión por el tren para transportar su producto. El automovilista Toyota o el grupo de comercio electrónico Rakuten también están tomando caminos similares con el desarrollo de robots y vehículos autónomos, aunque reconocen que estas medidas por sí solas no compensarán por completo la falta de trabajadores.

Los robots también han llegado al campo, donde la escasez de mano de obra es especialmente cruenta. El verano pasado, las tierras de cultivo de la prefectura de Miyazaki, al sur del país, recibieron a un robot solar con forma de pato del fabricante Tmsuk para quitar las malas hierbas de los arrozales. La falta de trabajadores en agricultura, donde la edad media de la mano de obra se acerca a los 70 años, pone en riesgo algunos de los productos agrícolas más famosos de Japón, incluidos los sakes regionales.

Otra modalidad para sustituir a los humanos in situ son los avatares por control remoto que se dejan ver en algunas tiendas y que maneja un empleado desde otro lugar. El minorista Lawsons está probando esta modalidad desde la pandemia, cuando adoptó esta tecnología para proteger a los empleados, y han extendido su uso para permitir que puedan trabajar personas que de otro modo tendrían dificultades para estar físicamente presentes en las tiendas. En muchos casos, la escasez de mano de obra ha obligado a los minoristas y a los dueños de las 'conbini' (las tiendas 24 horas típicas de la idiosincrasia de Japón) a recortar horarios y servicios.

 

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elEconomista.es
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Notícies dels mitjans de comunicació