Diversos punts de vista sobre aquesta controvertida mesura.
El pasado mes de febrero, el Gobierno de coalición de Bélgica acordó la aprobación de una jornada laboral de cuatro días que sustituiría la actual de cinco. De esta manera, el ejecutivo del país europeo, persigue la flexibilización del mercado de trabajo para alcanzar una tasa de empleo del 80%, nueve puntos por encima del 71% con el que cuentan ahora.
Una medida siempre controvertida desde los últimos años y que aquí en España también ha saltado a la palestra en más de una ocasión, planteándose como uno de los retos en materia laboral del futuro a todos los niveles. Políticos, empresarios y sindicatos se han pronunciado sobre lo que supondría esta medida y su implantación. También expertos en asuntos laborales han querido aportar su granito de arena al debate para analizar los principales pros y contras que tiene un cambio de estas características.
"El 11 de septiembre de 1904 fue la primera vez en la historia de España que se descansó por ley un domingo. Sin embargo, ha llovido mucho desde entonces, y el debate hoy en día se centra en si se debería descansar 3 días a la semana en vez de 2. Cada empresa debería escoger esa solución de flexibilidad laboral que mejore la satisfacción de sus empleados", aseguran desde PayFit España, la compañía especialista en Recursos Humanos.
La empresa, muy concienciada con ese componente diferencial hacia sus trabajadores, tras el confinamiento ya implantó una nueva política de trabajo flexible llamada Work from Anywhere en la que los empleados tenían completa libertad a la hora de elegir desde dónde trabajar e, incluso, flexibilidad de horarios.
De hecho, señalan que la jornada laboral de cuatro días "no debe ser una prioridad si no existe el concepto de satisfacción de los trabajadores. Esta métrica de RRHH, regulado por el eNPS (employee Net Promoter Score) debe trabajarse antes de impulsar nuevas políticas de trabajo todavía desconocidas", destacan.
Conciliación y productividad
En ese punto, desde PayFit analizan que este cambio influiría de manera directa en flexibilidad, conciliación laboral, satisfacción de los empleados y una mayor productividad.
Aunque el camino es más largo que el de una simple medida, y las compañías, según la empresa recientemente nombrada como unicornio tecnológico, necesitan una preparación previa para llevar a cabo esta modificación de su día a día. Entre los factores que deben trabajar en la concepción de este cambio están "la satisfacción de los empleados y la opinión de todos los empleados; entender la política de trabajo actual y comparar todas las soluciones de flexibilidad laboral, y conocer cuáles son los objetivos económicos de la empresa y necesidades laborales para cumplirlo".
Beneficios
Convertir tu empresa en marca empleadora: En la actualidad ofrecer un trabajo más flexible es definitivamente una ventaja a la hora de reclutar trabajadores además de ser una excelente manera de atraer a los mejores talentos y mantenerlos comprometidos también.
Medioambiente: al implementar una jornada laboral de 4 días vamos a ayudar al medioambiente y a reducir nuestra huella de carbono. Vamos a utilizar menos electricidad, a generar menos residuos y a utilizar menos el transporte hacia nuestro lugar de trabajo. En resumen, vamos a echar una mano muy necesaria al medio ambiente.
Apoyo por parte del Gobierno: el Gobierno de España ha lanzado un proyecto piloto para empresas interesadas en la propuesta e incluso podrán cubrir algunos costes de las empresas que quieran probar esta nueva política de trabajo.
Contribuir en la igualdad de género: implementar una jornada de 4 horas representa la opción de repartir por igual los cuidados familiares.
Reducción de jornada y salarios
Sin duda alguna, uno de los principales puntos de conflicto a la hora de analizar esta revolución en el ámbito laboral sería el salario. Muchas corrientes opinan que una reducción de jornada a cuatro días iría acompañada de una rebaja salarial.
"El debate es evidente: muchas empresas venden una jornada laboral de 4 días para atraer y retener talento, pero los sindicatos afirman que, si una empresa baja el sueldo para ofrecer este modelo de trabajo, no se considera como semana laboral de cuatro días, es reducción de jornada", apuntan.
Además, inciden en que "si impulsas la jornada laboral de 4 días y decides bajar el salario a tus trabajadores puede que resulten un recorte de las condiciones de trabajo de tus empleados. Hacerlo significa reducir la jornada laboral y por lo tanto su poder adquisitivo".
El desconocimiento ante esta medida y su posible aplicación es uno de los retos a solucionar en el futuro. "Es evidente que el concepto de esta jornada de 4 días parece que no está todavía del todo claro y que, a pesar de que las reducciones de salario no son proporcionales al día que se libra, es decir, no es de un 20%, muchos de los expertos en la materia afirman que, si existe una reducción salarial, no se puede considerar como un beneficio de flexibilidad laboral", afirman desde PayFit.
Todavía hay un largo camino que recorrer y por el momento son meras especulaciones; aunque tras el anuncio belga parece que ese futuro está más próximo de lo que pensamos. No obstante, hay muchas incógnitas y cuestiones que solucionar: "¿Cómo se va a gestionar el estrés de los trabajadores si los objetivos no están redefinidos con esta nueva jornada laboral? ¿Cómo se van a considerar las horas extra? ¿Cómo podemos ofrecer un buen servicio a los clientes que siguen con la jornada laboral de 5 días? Además, de momento pocas empresas lo han probado por lo que necesitamos tener garantías y casos de éxito para demostrar que puede ser una medida que se adapte a las necesidades de las diferentes empresas de la economía española", concluyen.
Gonzalo Velarde