La ampliación progresiva del permiso de paternidad en España hasta su igualación al otorgado a las madres tras dar a luz ha provocado un cambio de paradigma laboral, especialmente entre los padres, aunque de momento no se mantienen ciertas tendencias como el solapamiento de las bajas, que aún hoy se dan en el 50% de los casos.
Las 16 semanas que los trabajadores pueden disfrutar desde 2021 suponen un aumento sustancial del tiempo disponible por nacimiento de hijo en comparación de las dos semanas que tenían antes de 2017. Cuatro meses que son además intransferibles y de obligado disfrute en las seis primeras semanas tras el nacimiento, y que han supuesto ciertos cambios en la conciliación de la vida personal y profesional de los padres.
El objetivo primordial del Gobierno con la equiparación de los permisos fue la búsqueda de la igualdad de género en el mercado de trabajo y en las tareas de cuidados para acabar, por un lado, con la penalización que la maternidad supone a las trabajadoras en el empleo y, por otro, repartir el peso del cuidado de los hijos que, generalmente, asumen ellas. Pasado el periodo de baja obligatorio, desde la séptima semana, el permiso puede fraccionarse y disfrutarse de manera alterna con períodos de reincorporación al trabajo durante el primer año de vida del menor, una opción que se ha implantado entre ellos pero casi nada entre las madres.
Un estudio de EsadeEcPol confirma la eficacia de la medida si se mira al cambio de comportamiento tanto de padres como de madres debido a la equiparación y flexibilidad del permiso: "Conforme se ha extendido la generosidad del permiso de paternidad, los hombres han reaccionado disfrutando de casi la totalidad de las semanas disponibles" y han optado por fraccionarlo como modelo ideal de gestión del tiempo disponible.
El 50% de los padres aún solapa su permiso con el de la madre
La investigación se nutre de los datos administrativos de los procesos de permisos por maternidad y paternidad disfrutados entre enero de 2016 y marzo de 2019, y del subsidio por Nacimiento y Cuidado de Menor desde abril de 2019 y hasta enero de 2022, facilitados por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) y refleja la realidad de los trabajadores por cuenta ajena del Régimen General, sin contar con los progenitores de partos múltimples. La intransferibilidad de las semanas (se podían ceder al otro progenitor hasta cuatro semanas en 2019 y dos en 2020), la posibilidad de fraccionar el permiso una vez disfrutadas el periodo obligatorio posterior al nacimiento, y la retribuición del 100% del salario (hasta los 4.070 euros) son las dos claves que han variado el modus operandi de los padres y opten ahora por agotar casi todo el permiso.
El tiempo de cuidado al hijo -y por tanto la corresponsabilidad- se ha ampliado en la mitad de los casos. Antes de que en 2018 se introdujera la posibilidad de fraccionar el permiso, los padres solapaban el 100% de su permiso con el de la madre, es decir, estaban a la vez en casa. A cierre de 2022, el total se había reducido a la mitad. Aún así, todavía el 50% de los padres disfruta de su permiso simultáneamente con la madre, indican las autoras Lídia Farré, Libertad González,Claudia Hupkau y Jenifer Ruiz-Valenzuela.
Desde 2021 los padres disfrutan, de media, del 75% del permiso (12 de las 16 semanas) de forma simultánea con la madre mientras que en abril de 2019 poco más del 20% de los hombres fraccionaba el permiso. Según evidencia el estudio, lo más común entre los hombres que fueron padres desde enero de 2021 es que más del 50% opte por fraccionarlo entre un periodo inicial que suele ser de en torno a siete semanas junto a la madre, y periodos sucesivos una vez finaliza el permiso de maternidad, tiempo en el que se quedan a cargo del menor una vez la madre se ha reincorporado al trabajo. Entre las madres sólo un 5% opta por dividirlo y la vuelta al trabajo se da una vez agotado el mismo.
El fraccionamiento del permiso es más común en sectores más competitivos
Esta realidad que representa la media cambia en función de su comunidad autónoma donde se resida o el sector económico donde se trabaje. Según la publicación de EsadeEcPol, en Canarias, Andalucía y Extremadura solo el 35-45% de los padres divide el permiso mientras que en Navarra, La Rioja y el País Vasco lo hace el 70%. Lo mismo ocurre con quienes se dedican a la hostelería o la agricultura, ámbitos profesionales que registran las tasas de fraccionamiento más bajas mientras que más del 70% de los padres que trabajan en el sector de la información y comunicación, o de las actividades financieras y profesionales, hacen uso de esta posibilidad. "Esto sugiere que el fraccionamiento del permiso es una práctica más habitual en los sectores más competitivos y con trabajadores con más nivel de formación", señalan las autoras.
Los datos sugieren que el nivel educativo o de ingreso de los padres así como las características del empleo (aceptación o facilidad para dividir el permiso) influye directamente en la decisión de fraccionar o no la baja parental. "Los sectores que concentran un mayor porcentaje de ocupaciones con bajo nivel educativo (por ejemplo, agricultura, industria, construcción, transporte, o comercio) tienen una duración media algo menor que aquellos sectores con un mayor porcentaje de ocupaciones de mayor nivel educativo (como educación o sanidad)".
María Medinilla